¿Es hora de crear un impuesto sobre la carne?

Nota para Latinoamerica: cuando hablamos de costes de la carne, nos referimos a los precios o costos en todo el artículo.

Cuando miramos el precio de una bandeja de carne, es fácil pensar que refleja lo que cuesta elaborar el producto, pero nada más lejos de la realidad. El verdadero coste de los productos animales es altísimo, se extiende a varios ámbitos y permanece, en gran medida, oculto. El precio de la carne esconde el coste para nuestra salud (asumido en gran parte por los sistemas de sanidad pública), el coste de la prevención de muertes en todo el mundo a causa de la resistencia a los antibióticos y el coste del inmenso impacto de la ganadería en el medio ambiente.

Para combatir estos importantes costes ocultos, algunos políticos, científicos y grupos de expertos han propuesto una y otra vez la misma solución: necesitamos aplicar un impuesto a la carne.

Este impuesto no carece de precedentes. De hecho, en el Reino Unido, hay impuestos sobre el azúcar, el alcohol y el tabaco como forma de disuadir a la población del consumo de estos productos perjudiciales y proteger así nuestra salud. También se nos cobra por las bolsas de plástico y por conducir en las zonas más congestionadas de las ciudades. La razón de ser de estos impuestos es animarnos a cambiar nuestros comportamientos y reducir nuestra huella medioambiental.

Estamos acostumbrados a que el gobierno introduzca estos impuestos cuando hay una necesidad apremiante, y no cabe duda de que la carne es uno de esos casos.

Los costes de la carne roja y los productos procesados

En 2015, la Organización Mundial de la Salud se sintió lo suficientemente segura respecto a la amplitud y profundidad de las investigaciones del sector como para afirmar que las carnes procesadas provocan cáncer, y las carnes rojas son una «causa probable» de esta terrible enfermedad.  

Mientras que la carne roja procesada está estrechamente relacionada con el cáncer de colon, la ingesta de una cantidad de carne roja mayor a la recomendada –como es costumbre en muchos países desarrollados– se relaciona con enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes.

Una investigación llevada a cabo en el Reino Unido reveló que, para cubrir los costes sanitarios derivados del consumo de carne roja, con la aplicación de un impuesto del 20 por ciento sobre la carne roja no procesada y un impuesto del 110 por ciento sobre los productos procesados en los países más desarrollados (con impuestos más bajos en los países menos desarrollados) se reducirían las muertes anuales en 220.000 y se recaudarían 170.000 millones de dólares (alrededor de 150.000 millones de euros). Además, supondría un ahorro anual de 41.000 millones de dólares en asistencia sanitaria. En resumen, el precio del beicon y las salchichas se duplicaría si se tuvieran en cuenta sus efectos perjudiciales para la salud de las personas.

Pero ese no es el verdadero coste de la carne.

Los costes de la resistencia a los antibióticos y de las enfermedades de trasmisión entre especies

El profesor Tim Lang, del Centro de Políticas Alimentarias, y el profesor Mike Rayner, del Departamento de Salud de la Universidad de Oxford, escribieron que la carne no solo contribuye al aumento de las enfermedades no transmisibles, sino que también es un factor clave de la resistencia a los antimicrobianos. Esto se debe a que se administra una cantidad significativa de antibióticos a los animales de granja únicamente para mantenerlos vivos durante unas pocas semanas o meses hasta que llega el momento de sacrificarlos.

En 2018, la Organización Mundial de la Salud publicó datos de vigilancia sobre la resistencia a los antibióticos que destacan los «altos niveles» de resistencia a una serie de infecciones bacterianas graves que presentan países con diferentes niveles económicos.  

La Dra. Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, señaló: «Nos enfrentamos a una era postantibióticos, en la que muchas infecciones comunes ya no tendrán cura y, provocarán muertes de forma constante». La doctora describió la resistencia a los antimicrobianos como un «tsunami a cámara lenta», y el Banco Mundial estimó que la resistencia a los antibióticos podría costar a la economía mundial 1 billón de dólares cada año a partir de 2030.

Y luego están las enfermedades zoonóticas, patógenos que se transmiten de animales a seres humanos. Dado que al menos el 61 % de todos los patógenos humanos proceden de animales, no es de extrañar que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación los considere «una amenaza importante para la sociedad». Entre ellos se incluyen la gripe aviar, el ántrax, la salmonela y la E. coli –todas enfermedades que causan un sufrimiento terrible y pueden ser mortales– y es probable que sus efectos, a falta de antibióticos eficaces, vaya a peor.

Aunque no todas las zoonosis proceden de animales de granja, en los 10 años anteriores a 2012, el coste directo de las enfermedades zoonóticas se estimó en más de 20.000 millones de dólares, con más de 200.000 millones de dólares de pérdidas indirectas para el conjunto de las economías afectadas.

Los costes de la ganadería para el medio ambiente

¿Y qué hay del coste que tiene la ganadería para nuestro medio ambiente? ¿Cómo lo tenemos en cuenta en el precio que pagamos por los productos de origen animal en el supermercado?

Sabemos con certeza que la industria cárnica es perjudicial para el medio ambiente. Es un factor clave del cambio climático, ya que genera más emisiones de gases de efecto invernadero que las que emite el combustible de todos los automóviles, aviones, camiones y trenes del planeta. También sabemos que la industria cárnica es un motor clave en la deforestación a través de su implacable demanda de más tierra, pero, además, con la pérdida de bosques y otros hábitats, perdemos poblaciones enteras de animales, y la agricultura figura como una de las principales razones de la disminución de poblaciones de animales silvestres (hasta un 60 % en los últimos 40 años). Aún no se ha calculado el coste monetario que implica todo esto, pero se dice que el coste para la economía de la deforestación por sí sola es del orden de 5 billones de dólares.  

Naturalmente, el valor financiero no es lo único que se debe tener en cuenta, y no se conoce ningún método significativo para cuantificar la pérdida devastadora de las zonas silvestres de nuestro planeta. Sin embargo, mientras tanto, el consumo de productos animales sigue llevando a innumerables especies a la extinción.

Soluciones para combatir los altos costes asociados a la carne

Aunque estas pérdidas no puedan calcularse, sabemos que hay formas en las que cada uno de nosotros podemos ayudar a combatirlas. Una gran cantidad de pruebas ha llevado a los investigadores de la Universidad de Oxford a afirmar que ser vegano (no comer ningún producto de origen animal en absoluto) es probablemente la «mejor manera de reducir nuestro impacto en el planeta Tierra, no solo con respecto a los gases de efecto invernadero, sino también en relación con la acidificación del planeta, la eutrofización, la explotación del suelo y el consumo de agua».

Pero ¿cómo animamos a las personas a llevar a este estilo de vida basado en los vegetales, sobre todo cuando los que se oponen a un impuesto sobre la carne argumentan que las familias más pobres y los agricultores serían los más afectados?

Si bien hay motivos para plantear estas preocupaciones, podrían resolverse fácilmente si los ingresos obtenidos del impuesto se utilizaran para subvencionar alimentos sostenibles y ayudar a los agricultores a pasarse a prácticas más sostenibles. Los agricultores han sido expertos en diversificar para satisfacer las tendencias del mercado, y hay un número cada vez mayor de antiguos ganaderos que se han pasado al cultivo de alimentos vegetales. Ningún ganadero perderá su trabajo, porque los veganos los necesitan igual que los demás.

Aunque sepamos en nuestros interior que la reducción –o, mejor aún, la eliminación– de los productos de origen animal tendrá beneficios significativos y de amplio alcance, parece que la mayoría de nosotros todavía necesita un empujón en la dirección correcta.

Al fin y al cabo, sabíamos que las bolsas de plástico eran malas para el medio ambiente, pero seguíamos llevándolas a casa hasta que se impuso un pequeño cargo por ellas. Tres años después de la introducción de ese recargo, el número de bolsas de plástico de un solo uso entregadas por los principales minoristas había disminuido en un 85 %. En resumen, el impuesto sobre las bolsas de plástico funciona.

Cada vez más, las voces del sector ven que el «impuesto al pecado» sobre la carne de res, cordero y cerdo es inevitable. Nosotros proponemos incluso que el impuesto vaya más allá y se aplique a toda la carne, los productos lácteos y los huevos. Después de todo, la resistencia a los antibióticos, las enfermedades zoonóticas y las enfermedades cardíacas no están asociadas exclusivamente a las carnes rojas, y no nos olvidemos de que, cuando se trata de la contaminación de los ríos, las granjas lecheras muy a menudo están en el punto de mira.

Muchas personas ya están convencidas de la necesidad de que el gobierno actúe al respecto y Rob Bailey, del Instituto Real de Asuntos Internacionales, comenta al respecto: «Me resulta difícil imaginar que un impuesto sobre la carne no se aplique en la próxima década».  

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Traducción hecha por Ibidem Group.

  1. World Health Organization, ‘Q&A on the carcinogenicity of red meat and processed meat’, October 2015 [https://www.who.int/features/qa/cancer-red-meat/en/]
  2. Damian Carrington, ‘Taxing red meat would save many lives, research shows’, The Guardian, 6 Nov 2018 [https://www.theguardian.com/environment/2018/nov/06/taxing-red-meat-would-save-many-lives-research-shows]
  3. lbid
  4. Sarah Knapton, ‘”Meat tax” which would almost double price of sausages should be brought in to save lives, say health experts’, The Telegraph, 6 Nov 2018 [https://www.telegraph.co.uk/science/2018/11/06/meat-tax-would-almost-double-price-sausages-should-brought-save/]
  5. Prof Tim Lang and Prof Mike Rayner, ‘A meat tax need not hit the poor’, The Guardian, 10 Jan 2019 [https://www.theguardian.com/environment/2019/jan/10/a-meat-tax-need-not-hit-the-poor]
  6. World Health Organization, ‘High levels of antibiotic resistance found worldwide, new data shows’, 29 Jan 2018 [https://www.who.int/mediacentre/news/releases/2018/antibiotic-resistance-found/en/]
  7. World Health Organization, ‘World Health Day 2011’, 6 April 2011 [https://www.who.int/mediacentre/news/statements/2011/whd_20110407/en/]
  8. World Health Organization, ‘WHO Director-General briefs UN on antimicrobial resistance’, 18 April 2016 [https://www.who.int/dg/speeches/2016/antimicrobial-resistance-un/en/]
  9. Madlen Davies, Callum Adams and Claire Newell, ‘The true cost of antibiotic resistance in Britain and around the world’, The Telegraph, 29 March 2018 [https://www.telegraph.co.uk/news/2018/03/26/almost-died-true-cost-antibiotic-resistance-britain-around-world/]
  10. World Health Organization, ‘Neglected zoonotic diseases’ [https://www.who.int/neglected_diseases/diseases/zoonoses/en/]
  11. Food and Agriculture Organization of the United Nations, ‘The monetary impact of zoonotic diseases on society’, 2018 [http://www.fao.org/3/i8968en/I8968EN.pdf]
  12. Clare Narrod, Jakob Zinsstag and Marites Tiongco, ‘A one health framework for estimating the economic cosy of zoonotic diseases on society’, Ecohealth. 2012 Jun; 9(2): 150-162.
  13. Damian Carrington, ‘Humanity has wiped out 60% of animal populations since 1970, report finds’, The Guardian, 30 Oct 2018 [https://www.theguardian.com/environment/2018/oct/30/humanity-wiped-out-animals-since-1970-major-report-finds]
  14. Matt Chorley, ‘$5,000,000,000,000: The cost each year of vanishing rainforest’, The Independent, 3 Oct 2010[https://www.independent.co.uk/environment/climate-change/5000000000000-the-cost-each-year-of-vanishing-rainforest-2096367.html]
  15. Damian Carrington, ‘Avoiding meat and dairy is the “single biggest way” to reduce your impact on Earth’, The Guardian, 31 May 2018 [https://www.theguardian.com/environment/2018/may/31/avoiding-meat-and-dairy-is-single-biggest-way-to-reduce-your-impact-on-earth]
  16. Rebecca Smithers, ‘England’s plastic bag usage drops by 85% since 5 charge introduced’, The Guardian, 30 Jul 2016 [https://www.theguardian.com/environment/2016/jul/30/england-plastic-bag-usage-drops-85-per-cent-since-5p-charged-introduced]
  17. Andrew Wasley, Fiona Harvey and Madlen Davies, ‘Serious farm pollution breaches rise in UK – and many go unprosecuted’, The Guardian, 21 Aug 2o17 [https://www.theguardian.com/environment/2017/aug/21/serious-farm-pollution-breaches-increase-many-go-unprosecuted]
  18. Damian Carrington, ‘Meat tax “inevitable” to beat climate and health crises, says report’, The Guardian, 11 Dec 2017 [https://www.theguardian.com/environment/2017/dec/11/meat-tax-inevitable-to-beat-climate-and-health-crises-says-report]

 

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